top of page

LAS SERENATAS

  • Foto del escritor: Escritorio Emergente
    Escritorio Emergente
  • 11 mar 2019
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 17 mar 2019

(Un texto de Javier Sarmiento J.)


Quiero iniciar ésta historia que nos refrescara la memoria, trata de nuestros años de adolescencia y juventud llena de románticas aventuras.

Me gustaba cantar. A mi barrio, la Noria, llegaban los camiones de las diferentes empresas a promocionar sus productos, organizaban conconcursos, rondas, adivinanzas y la oportunidad al que quisiera cantar a capela con micrófono en mano. Yo me apuntaba para hacerlo y como era de esperarse cantaba temas rancheros, obteniendo regalos como charolas de metal con estampas mexicanas, vasos de cristal, dotaciones de leche en polvo, latas con leche condensada, jabones y brillantina Palmolive que muchos recordarán.

Estando en la secundaria (siendo honesto no recuerdo en que año), se fundaron las radiodifusoras XEOA y XEAX. En la primera salió al aire el programa “La hora del aficionado” los sábados por la tarde, participé en algunos programas con canciones que interpretaban nuestros ídolos del momento como Enrique Guzmán y Cesar Costa, siempre acompañado por el maestro Enrique Delgado Porras (+) y su piano, por supuesto nunca gané un primer lugar ya que le daban preferencia a los boleros románticos.

En la preparatoria, unos compañeros me invitaron para unirme con ellos y llevar serenatas a las muchachas que queríamos conquistar, yo no sabia tocar la guitarra solo contribuí con mi voz aguardentosa. Por coincidencia nos fuimos a estudiar la licenciatura de medicina, continuando así con las serenatas los fines de semanas y en ocasiones especiales entre semana.

Cantábamos bonito (y mis compañeros tocaban bien la guitarra), tan era así que, en una ocasión que estábamos ensayando en el jardín Conzatti, un grupo de arquitectos de Oaxaca que estaban reunidos en el restaurante de un hotel que estaba muy cerca, donde ahora hay una clínica del IMSS, nos escucharon y mandaron a un mesero para invitarnos a cenar a cambio de amenizarles su cena.

Fuimos invitados ya con la Rondalla de la Escuela de Medicina para cantar en la inauguración de las instalaciones de la Cruz Roja con la presencia del Sr. Gobernador Lic. Fernando Gómez Sandoval y el Lic. Agustín Márquez Uribe secretario de gobierno.

Como anécdotas de nuestras noches de serenata, en una ocasión le llevamos a la novia de un compañero, resulto ser hija de un diputado quien nos gritó furioso que lo dejáramos dormir, tiro dos balazos al aire y esto sirvió para salir corriendo. En otra ocasión llevamos serenata a las muchachas de la delegación de Tuxtepec al hotel donde se hospedaban, a media serenata nos arrojaron cubetas con agua, porque les quitábamos el sueño y al otro día tenían que bailar en la guelaguetza.

Estos incidentes nunca nos intimidaron para seguir llevando serenatas a las dos o tres de la mañana sin importar la distancia, si hacia frio o calor, las serenatas más importantes para nosotros eran las del 14 de febrero y del 10 de mayo.

Esto sucedió hace 52 primaveras. Yo sé que muchos jóvenes de la “tercera infancia” vivieron estos momentos de juventud enamorada y que, en el baúl de sus recuerdos, estos volverán a surgir con mística nostalgia, mi gratitud y cariño para mis compañeros de románticas aventuras, los menciono con mucho respeto: Dr. Enrique Flores Jarquín, Dr. Oscar Martínez (+), Dr. Miguel Ángel Cosio Matus, Dr. Ismael Arjona Sánchez (+), nuestros fieles escuderos Dr. Rafael Aragón Kuri, Dr. José Fabián Cruz Carrasco y Dr. Maximo Gaytán.

Febrero 2019



 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comentários


© 2023 por NÓMADA EN EL CAMINO. Creado con Wix.com

  • b-facebook
  • Twitter Round
  • Instagram Black Round
bottom of page